Una epidemia se ha extendido en las sociedades occidentales del siglo XXI, mayoritariamente entre los jóvenes y adolescentes. Esta nueva epidemia no es nada más y nada menos que la obsesión por tener un cuerpo perfecto. Este hecho parece extenderse entre los jóvenes y se da en edades cada vez más jóvenes.
Esta “epidemia por el culto al cuerpo” resulta ser más común entre las mujeres y siempre ha sido así. Pero hoy en día, con la aparición de las nuevas enfermedades de trastornos alimenticios, como es el caso de la vigorexia y la ortorexia, los hombres también padecen de esta epidemia.
La ortorexia consiste en esta obsesión que se tiene por seguir una dieta estricta dejando de lado todos aquellos alimentos que contengan calorías, con el fin de disminuir de peso. Esta enfermedad es más común en las mujeres pero en cambio, la vigorexia, la obsesión extrema por el físico, se da en los hombres. Los que padecen esta última, se ven bajos en forma y por lo tanto, como consecuencia siguen una dieta rica en proteína y frecuentan en el gimnasio de manera excesiva.
Tras realizar una serie de encuestas a un total de 50 jóvenes comprendidos en una edad entre los 16 y 24 años, se obtuvieron cifras bastante alarmantes. El 40% de mujeres consideran estar por encima de su peso, el 10% por debajo de su peso y el 50% en su peso. Esta cifra resulta alarmante debido a que el 50% de las jóvenes que entrevistamos no están conformes con su propio cuerpo y consideran estar, la mayoría, por encima de su peso. En cambio, las cifras obtenidas en los hombres encuestados no son tan preocupantes ya que el 80% considera estar en su peso y el 20% por encima de su peso.
A pesar de que cada vez más se está demostrando que esta obsesión por la perfección del cuerpo cada vez más está presente tanto en hombres como en mujeres, es cierto que sigue habiendo cierta desigualdad entre ambos sexos.
¿Cuál es la causa que ha dado lugar a que un gran número de jóvenes desean alcanzar un cuerpo perfecto? Esta cuestión ha sido formulada por muchos psicólogos, psiquiatras y profesionales que se dedican a la investigación de este suceso tan presente hoy en día en nuestra sociedad.
Está claramente demostrado que los medios de comunicación, en mayor medida la televisión, influyen en el comportamiento de la sociedad.
En el caso de esta preocupación por tener un cuerpo perfecto y delgado, en parte es debido a todas las imágenes que nos transmiten constantemente los medios de comunicación de modelos y cánones de perfección y belleza, los catalogados como cuerpos “Danone”, que no se ajustan a la realidad. Es decir, los medios reflejan una imagen falsamente perfecta, a la que todo el mundo quiere llegar. Además siempre se ha tendido a asociar la felicidad y el éxito con el hecho de lograr alcanzar un cuerpo diez.
La psicóloga Olga Montserrat Lasierra de Barcelona, especializada tanto en adultos como adolescentes, afirma que los medios de comunicación influyen en gran medida al hecho que los jóvenes se sientan insatisfechos con su propio cuerpo. Afirma que estamos expuestos a una gran cantidad de medios que nos bombardean con imágenes de ambos géneros, tanto masculino como femenino, que no son acordes con la realidad.
Además de los medios, influyen otros factores que hacen posible que se de está situación. La doctora Lasierra, nos da ejemplos de casos que ha tratado con diferentes pacientes. Afirma que muchos de ellos provienen de familias estrictas, que exigen mucho a sus hijos y como consecuencia estas comienzan a sentirse infravalorados y se detectan defectos tanto a nivel personal como a nivel físico.
Otro factor que tiene gran influencia en el desarrollo de todas estas enfermedades es la publicidad. En ella encontramos, cada vez en mayor medida, la imposición de un cuerpo diez en el que los adolescentes pueden verse reflejados. Por ello entre otras medidas, el Instituto Nacional de la Publicidad , decidió que durante el horario infantil, de 10 de la mañana a 10 de la noche, la publicidad relacionada con la obsesión del cuerpo fuera retirada.
Se cree que muchas de las influencias de las que derivan en enfermedades antes nombradas, provienen de la publicidad entre otros factores.
¿Hasta qué punto esta obsesión puede llegar a influenciar en los jóvenes? Los jóvenes en la actualidad son capaces de pasar por quirófano a edades muy tempranas, apenas cumplir su mayoría de edad. Y eso lo sabe muy bien el Doctor Josep María Palacin, cirujano plástico. Por su consulta han llegado a pasar niñas que el mismo día de su mayoría de edad, deciden pasar por el quirófano para operarse, en su mayoría, los pechos. Y es que no verse conforme con el cuerpo de uno mismo puede causar daños psicológicos, por eso también entre otras medidas, el doctor Palacin opta por recomendar a sus pacientes y sobretodo de edades muy tempranas a la visita al psicólogo. De esa manera, según el estudio realizado el doctor ve en qué medida esta persona está preparado/a para sufrir un cambio tan brusco.
Los padres y responsables de los adolescentes pueden llegar a propiciar sus cambios en sus hijos, fruto de una frustración en sus propios cuerpos. El doctor apoya la aceptación del cuerpo de uno mismo en su totalidad, ahora bien , si ese complejo está afectando realmente a la salud psicológica del paciente, es conveniente que éste realice un cambio. Si bien es cierto que muchos de los o las adolescentes adquieren la idea de cambiar sus cuerpos sin que estos se hayan desarrollado totalmente, otros casos implican la salud física u mental del paciente y es entonces, en esos casos tan evidentes , como dice el doctor Palacin , cuando una operación estética la recomendamos como necesaria.
La sociedad no es consciente hasta que punto pueden derivar estas obsesiones y como pueden repercutir en el bienestar del adolescente. Lo que puede empezar como un simple voluntad de perfeccionar el propio cuerpo y querer adelgazar, acaba dando lugar a enfermedades de trastorno alimenticio graves como pueden ser la bulimia , la anorexia , vigorexia, ortorexia. Tras la investigaciones realizadas por diferentes estudios clínicos sobre el tema tratado, se ha llegado a la conclusión de que son diversos los factores que influyen a que se propicie esta situación. Estos factores son de entre otros, el canon de belleza que transmiten los diferentes medios de comunicación que no se ajustan a la realidad.
Otro factor influyente es el estado de animo en el que se encuentra la persona. Es decir, está demostrado que contra menor es la autoestima mayor será el riesgo a no aceptarse a uno mismo y por lo tanto despreciarse tanto a nivel físico como psicológico. Asimismo el contexto cultural y familiar en el que se encuentre el individuo puede repercutir.
Es por eso que las medidas preventivas que se suelen aplicarse ante esta situación, son por un lado aceptarse a uno mismo y alejarse de las opiniones del resto de la sociedad.